Las lesiones tumorales que afectan la columna pueden ser divididas acorde a su localización en:
Incluyen los osteoblastomas, cordomas, condrosarcomas, tumor de células gigantes, quiste óseo aneurismático, mieloma/plasmocitoma y al osteosarcoma
Estas lesiones producen distintos cuadros clínicos en base al tamaño lesional, localización y velocidad de crecimiento. Así, lesiones de lento crecimiento como los meningiomas pueden llegar a desarrollar grandes volúmenes con poca sintomatología, mientras que pequeñas lesiones metastásicas, de rápido crecimiento pueden comprimir el cordón medular generando síntomas de rápida progresión.
Los tratamientos incluyen desde la cementoplastia (vertebroplastia) hasta la resección quirúrgica con instrumentación para estabilizar la columna.