Síndrome caracterizado por aumento de la presión intacraneana, edema de papila, ausencia de signos neurológicos focales (excepto los producidos por el aumento de la presión intracraneana) cuyo diagnóstico se hace excluyendo otras causas.
Es un síndrome muy común en población femenina con sobrepeso entre 25-45 años de edad. Existen otras condiciones que pueden producir síntomas parecidos y que deben ser descartadas como:
El cuadro típico del síndrome de hipertensión endocraneana benigna incluye las cefaleas, trastornos visuales, mareos, vómitos, náuseas, acufenos, pérdida de audición y fístula de LCR por nariz u oído.
El diagnóstico se realiza con el examen físico, una tomografía y resonancia que muestran los ventrículos de pequeño tamaño, campo visual computarizado que muestra la típica alteración visual en caño de escopeta, fondo de ojo y test de agudeza visual, secuencia de angio resonancia para descartar alteración del drenaje venoso a nivel de los senos venosos y una punción lumbar que permite medir los valores de la presión del LCR (generalmente > a 15cm de H2O).
El tratamiento depende de los síntomas y de la afección visual.
En casos leves se pueden utilizar medicaciones como la acetazolamida para disminuir la secreción de LCR mientras el paciente baja de peso. En casos más sintomáticos se pueden realizar punciones lumbares a repetición para descomprimir la presión intracraneana. Sin embargo en casos severos es necesario considerar la colocación de un sistema de derivación del LCR para disminuir la presión intracraneana. Como los ventrículos son generalmente chicos se opta por la colocación de sistemas lumboperitoneales. Estos sistemas consisten en un catéter que se coloca por punción en el espacio subaracnoideo de la columna lumbar y que se tuneliza hasta el abdomen para permitir drenar el LCR hacia el peritoneo. En casos donde predominan los síntomas visuales con pocas cefaleas se puede realizar la descompresión quirúrgica de la vaina del nervio óptico para favorecer la micro circulación del mismo (Fenestración del nervio óptico). La descompresión subtemporal ósea fue muy utilizada años anteriores pero ahora ha caído en desuso.
Ejemplo de una paciente con hipertensión endocraneana benigna con ventrículos normales en la tomografía (superior izquierda), alteración de la circulación venosa en la angio resonancia magnética (superior derecha) y campo visual preoperatorio con visión en escopeta (inferior).