La anorexia nerviosa es trastorno alimentario que suelen experimentar mayormente las mujeres y que suele comenzar durante la adolescencia. Sin embargo, en los últimos años aumentó considerablemente la cantidad de casos en pacientes masculinos y en niños/as a partir de los 8-9 años. Se caracteriza por un miedo excesivo a engordar, lo que genera una restricción alimentaria tan importante que lleva a una pérdida de peso marcada que, en algunos casos, compromete la vida del paciente.
Existen dos subtipos de esta enfermedad definidos por la forma que elige el paciente para controlar su peso:
Es el subtipo de anorexia nerviosa por el cual los pacientes suelen hacer dieta en forma excesiva y disminuir la variedad de los alimentos ingeridos así como el tamaño de las porciones.
Es el subtipo de anorexia nerviosa en el que los pacientes suelen incurrir en purgas para compensar el supuesto exceso de comida ingerida mediante. Estos métodos incluyen desde vómitos inducidos y ejercicio físico hasta el uso de laxantes o diuréticos.
La anorexia nerviosa se caracteriza por una alteración de la imagen corporal. Los pacientes se ven gordos aún teniendo pesos normales o bajos. Por lo general, el paciente no reconoce su enfermedad y busca justificarse ante su familia atribuyendo los drásticos cambios alimentarios a diferentes razones. Los síntomas se distinguen entre psíquicos y conductuales y físicos.
En la génesis de la enfermedad intervienen factores hereditarios, de crianza y sucesos vitales que generan un impacto emocional significativo y que hacen de “gatillo” para que ésta se exprese. Un entorno social en el que se promueve un ideal de delgadez o en el que existen prejuicios acerca del peso y tamaño de las personas o donde predominan los estilos de pensamientos rígidos, por ejemplo, pueden contribuir a esta enfermedad.
El tratamiento es personalizado e integral y aborda aspectos médicos, psicológicos y nutricionales. Involucra tanto al paciente como a su familia. Es importante señalar que la curación de este trastorno es posible y que esto se relaciona directamente con el tiempo que lleva el paciente con el trastorno. Sin embargo, existe un alto porcentaje de pacientes que presenta respuestas leves o moderadas y termina en una fase crónica de la enfermedad si no recibe un tratamiento especializado.
Es por eso que son de gran importancia el diagnóstico y tratamiento precoz y especializado de esta enfermedad para lograr una curación completa. Los profesionales de la unidad de trastornos alimentarios de Fleni se encuentran ampliamente capacitados en el diagnóstico y tratamiento de esta patología en base a lineamientos internacionales y prácticas basadas en la evidencia científica.