La afasia es un trastorno del lenguaje que genera una incapacidad o dificultad para comunicarse. Puede afectar distintos dominios del lenguaje, como la expresión verbal, la lectura, la escritura y/o la comprensión y se debe siempre a una lesión cerebral. Estas lesiones pueden producirse de forma repentina, debido a un accidente cerebrovascular (ACV) o un traumatismo de cráneo, o progresiva, producto de un tumor de lento crecimiento o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, por ejemplo.
En la mayoría de las personas las lesiones que producen afasia se ubican en el hemisferio izquierdo del cerebro.
La gravedad de la afasia y de los síntomas neurológicos asociados a ella dependerán de la localización de la lesión, su causa y tamaño. Los síntomas acompañantes pueden ser trastornos motores o sensitivos, como por ejemplo dificultades para mantener el equilibrio y la postura.
En algunos pacientes, la afasia puede ser el síntoma predominante de la lesión, mientras que en otros puede formar parte de un espectro clínico de síntomas neurológicos.
Hay distintos tipos de afasia en función de qué aspecto del lenguaje se vea alterado, como la afasia de Wernicke, la afasia de Broca, la parafasia o la jergafasia.
Por otra parte, la afasia debe ser diferenciada de la disartria, un trastorno en los aspectos motores del habla en el que el área cerebral del lenguaje está preservada.
Algunos de los síntomas de la afasia pueden ser:
Los fonoaudiólogos tienen el rol central en la detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de personas con afasia. La afasia suele ser diagnosticada en la consulta clínica mediante una serie de pruebas que van desde leer y escribir hasta repetir palabras y frases o nombrar objetos. Para completar el diagnóstico, el especialista pedirá al paciente una resonancia magnética o tomografía computada para detectar la ubicación y el tamaño de la lesión cerebral.
El tratamiento debe ser individualizado y diseñado a la medida de cada paciente en base a objetivos específicos. Si bien no existe una medicación específica para tratar a la afasia, hay drogas que pueden mejorar el funcionamiento cerebral y otras que pueden afectar los mecanismos de neuroplasticidad cerebral necesarios para asegurar una buena recuperación luego de una lesión cerebral. Sin embargo, la base del tratamiento es la rehabilitación. El objetivo final es lograr que el paciente pueda alcanzar una comunicación efectiva que le permita la mejor inserción social posible.
La rehabilitación se basa en estrategias de restauración y compensación de las funciones cognitivas afectadas por la lesión, de modo de mejorar el rendimiento en el lenguaje. Involucra siempre a un familiar o allegado del paciente, quien se entrena junto a él para que la comunicación sea efectiva. Por otra parte, algunos pacientes pueden requerir de dispositivos tecnológicos de comunicación alternativa aumentativa para comunicarse.