“Tenía la mitad del cuerpo paralizado y hoy lo vemos súper bien”, cuenta su papá. El otro día bajé a tomar mate y, de pronto, me doy cuenta que se había largado a caminar solo. Esos pequeños avances de mi hijo hacen que me explote el corazón”, expresa con emoción.
Para él, es tan importante el conocimiento de los terapeutas como la conexión emocional que establecen con sus pacientes. “Tratan a los chicos con mucho cariño con los chicos y eso para mí es fundamental”, concluye.