La disartria es un desorden motor del habla como consecuencia de un daño al sistema nervioso central o periférico. Afecta el control motor de los músculos de la respiración, la fonación, la articulación y la resonancia. Esta debilidad, incoordinación o parálisis de parte o toda la musculatura relacionada produce problemas en el habla.
Este trastorno puede ser causado por un derrame cerebral, una lesión traumática en la cabeza o un tumor cerebral. También puede deberse a un trastorno congénito, como la parálisis cerebral, o una enfermedad neurodegenerativa, como la enfermedad de Parkinson, o enfermedades de las neuronas motoras como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Hay varios tipos de disartria determinados por el área dañada del sistema nervioso. Puede generar desde una molestia leve hasta tener efectos devastadores en la capacidad de una persona para expresarse oralmente.
Los signos y los síntomas de la disartria pueden variar según la causa subyacente y el tipo de disartria. Estos pueden incluir:
Es conveniente que la persona con disartria sea evaluada por un equipo multidisciplinario con experiencia en evaluaciones del habla, neuropsicología, musicoterapia y tecnología asistiva. Los fonoaudiólogos tienen un rol central en la detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de estos pacientes. Para completar el diagnóstico, el especialista también le pedirá al paciente una resonancia magnética o tomografía computada para detectar la ubicación y el tamaño de la lesión cerebral.
El tratamiento debe ser individualizado y diseñado a la medida de cada persona en base a objetivos. Si bien no existe una medicación específica para tratar la disartria, hay drogas que pueden mejorar los procesos de recuperación y reorganización cortical, y por otro lado, otras que potencialmente pueden afectar los mecanismos de neuroplasticidad cerebral necesarios para asegurar una buena recuperación luego de una lesión cerebral. Es por ello por lo que el especialista debe hacer un análisis adecuado para poder optar por la mejor estrategia farmacológica para cada caso particular.
Sin embargo, la base del tratamiento es la rehabilitación fonoaudiológica. El objetivo final es lograr que la persona pueda alcanzar una comunicación efectiva que le permita la mejor inserción social posible. El fonoaudiólogo cumple un rol fundamental en el tratamiento de la enfermedad y afronta el gran desafío de ayudar a la persona afectada a que:
Por otra parte, es importante recordar que el fonoaudiólogo debe integrar a la familia y a las personas del entorno cercano del paciente dentro del abordaje, brindándoles pautas, herramientas y estrategias que colaboren con la comprensión de la nueva forma de comunicarse de la persona afectada. Esto contribuye además a impulsar la reinserción del paciente en la comunidad.
Coordinadora Fonoaudiología: Lic. Valeria Prodan
Lic. Daiana Costello
Lic. Victoria Ledesma