La ansiedad es una respuesta emocional y física que se desencadena ante situaciones de incertidumbre, estrés o sobrecarga. Durante el fin de año, las personas suelen enfrentarse a una serie de expectativas sociales, personales o laborales que pueden generar angustia, inquietud o incluso agobio. La presión por cumplir con objetivos o resoluciones, las reuniones familiares o la necesidad de «celebrar» pueden ser fuentes comunes de ansiedad. 

La ansiedad puede desencadenarse por la sobrecarga de actividades, ya que durante estas fechas, las agendas se llenan de eventos, compras y tareas adicionales que pueden generar cansancio, estrés o la sensación de no tener tiempo para uno mismo.

También puede generarse por la exigencia personal, ya que a medida que finaliza un año, algunas personas reflexionan sobre lo logrado o no logrado, lo que puede generar frustración o una sensación de vacío.

Te ofrecemos algunos consejos para transitar el cierre de este año en armonía:

  • Aceptá lo que no se ha logrado: El final del año es un buen momento para reflexionar sobre lo que hemos vivido, sin juzgarte por lo que no se alcanzó. Las metas pueden haberse transformado y las prioridades cambiado. La autocompasión es clave.
  • Establecé expectativas realistas: Las festividades no tienen que ser perfectas. Aceptar que no todas las cosas saldrán según lo planeado puede aliviar la presión. La perfección no es el objetivo, sino disfrutar del momento y compartir en armonía.
  • Desconectá y prioriza el autocuidado: En un entorno lleno de actividad y compromisos, es importante encontrar espacios de descanso para ti mismo. Practicar la meditación, leer un buen libro, tomar un baño relajante o simplemente descansar sin preocupaciones.
  • Evitá compararte con los demás: Las redes sociales, especialmente al final del año, están llenas de imágenes de «momentos perfectos». No caigas en la trampa de compararte con lo que otros parecen estar haciendo. Cada persona tiene su propio ritmo y proceso.
  • Practicá mindfulness: Técnicas de respiración profunda o la práctica de mindfulness pueden ser muy útiles para reducir la ansiedad en momentos de estrés. Tomar unos minutos para estar presente y conectar con el momento puede ayudarte a liberar tensiones.
  • Repasá tu recorrido durante este 2024 con compasión: Si tienes la costumbre de hacer miradas retrospectivas y “balances” del año transitado, tómate un tiempo para reflexionar sobre ellas sin juzgarte. Piensa en lo que has aprendido y en lo que te gustaría seguir cultivando en el nuevo año, pero sin presionarte por ser perfecto.
  • Fomentá relaciones saludables: Si sientes ansiedad en reuniones familiares o sociales, es importante que busques rodearte de personas que te aporten bienestar. Si no es posible, procura establecer límites claros para proteger tu paz mental.
  • Conectá con la gratitud: Hacer una lista de lo que agradeces del año puede ayudarte a cerrar el ciclo con una actitud positiva. La gratitud disminuye la ansiedad y te permite ver lo que has vivido de una manera más equilibrada.

Finalizá el año con la intención de cuidar tu bienestar emocional y de aceptar la imperfección. Si sentís ansiedad, no te juzgues; es una respuesta natural. Tomate el tiempo para reflexionar, descansar y renovar tu energía para el nuevo año, sabiendo que podés empezar de nuevo cada día. La paz interior no depende de las circunstancias externas, sino de cómo logramos gestionarlas.